Las relaciones entre un hombre y una mujer deben construirse sobre una base de respeto y comprensión, pero algunas frases pueden hacer tambalear incluso la estructura más sólida.
La psicóloga Ksenia Mathur sabe qué son estas frases y por qué son tan peligrosas.
"¡Te lo dije!"
Mostrar su superioridad y “meter la nariz” en los errores de otra persona es un descuido hacia ella y puede provocar un escándalo grave.
No se debe echar más leña al fuego cuando un hombre ya vio que algo salió mal y se equivocó. Cualquier persona puede cometer un error y algo no le salga bien, es mejor apoyarlo o simplemente permanecer en silencio. Créame, el hombre le estará muy agradecido por esto.
"Elige: ¡yo o tu mamá!"
Obligar a un hombre a elegir es una historia peligrosa; es posible que él no te elija a ti. Al elegir entre mamá y tú, la mayoría de las veces un hombre elegirá a mamá, porque solo hay una madre, pero puede haber muchas mujeres.
No dé ultimátums en los que podría salir lastimado. En general, es mejor evitar los ultimátums y la manipulación en las relaciones, tratar de construir relaciones lo más respetuosas posible con el medio ambiente en relación con uno mismo y los demás.
"Ya has tenido suficiente"
Y tapa vasos y vasos con la mano o arrastra al hombre a casa. Decirle a un hombre cuánto beber y sentarse con amigos es una mala historia. Tú no eres su madre y él no es tu hijo, por lo que no necesitas controlarlo y decirle cómo vivir y cuánto beber.
Si desea influir en la cantidad de tiempo que pasa con amigos o bebe alcohol, utilice otros métodos.
“¿Por qué no contestaste el teléfono durante tanto tiempo?”, “¿Dónde estabas?”
El control nunca conducirá a nada bueno. Cuando una mujer controla a un hombre, sólo le causa irritación; en ese momento él es como un niño travieso al que su madre regaña y controla.
Si le preocupa si todo está bien, simplemente diga: "Te estaba esperando, me alegro de verte"; esto será agradable y valioso para el hombre, y no habrá control.
"Pero mi ex/esposo/papá de Lena..."
Cualquier comparación que no favorezca a un hombre se considerará un insulto, lo que provocará distanciamiento y resentimiento y, en ocasiones, puede ser motivo de escándalo. A ninguna persona le gusta que la comparen con otras personas. Puedes decir “Estaré feliz si me das…” o “Estaré muy feliz si me das…”.
De hecho, hay muchas más frases que no conviene decir. Es importante recordar las reglas básicas.
Tus palabras no deben causar culpa ni vergüenza.
A los hombres no les gusta que los controlen, los devalúen, los acusen, los comparen, así que antes de hablar, revise sus frases en busca de estos motivos.
También es importante en cualquier comunicación evitar insultos, humillaciones y acusaciones. Es mejor decir "mensajes de Yo" como: "Me siento triste cuando haces eso", "Me enojo cuando haces eso", etc. en lugar de "¡Eres un idiota!" y "Todo es gracias a ti".