Las conservas caseras no son una tarea fácil y en el pasado eran una verdadera molestia.
Este proceso fue simplificado significativamente a mediados del siglo pasado por el hojalatero estadounidense John Landis Mason, quien inventó un frasco con tapa de rosca.
Cómo Mason inventó el frasco con tapa de rosca
Un día, la esposa de Mason decidió involucrarlo en la conservación de alimentos, lo que en aquellos días era un proceso muy, muy difícil.
Los frascos se taparon con corcho, se hirvieron y se sellaron con cera. Todo esto requirió mucho tiempo y esfuerzo.
Para facilitarle la vida a su esposa, Mason inventó un frasco con rosca y tapa de rosca, pero olvidó patentar una parte importante del invento: un anillo de goma en el borde interior de la tapa.
Posteriormente, Mason intentó recuperar el control de la invención, pero no lo consiguió.
Si se hubiera acordado de patentar el anillo de goma, habría recibido alrededor de un billón de dólares durante 25 años de protección de patente.