Está científicamente demostrado que es necesario pensar en positivo. Es decir, no son palabras vacías, ni metafísica, ni siquiera superstición.
El pensamiento positivo mejora tu vida y te protege de trastornos como la depresión o la ansiedad.
Probado por la ciencia
El personal de la Universidad de Harvard prestó atención a este tema.
A través de la observación y el análisis, llegaron a la conclusión de que el pensamiento positivo reduce el riesgo de desarrollar depresión y trastornos de ansiedad.
Las personas suelen lograr el éxito en diversas áreas: carrera, relaciones, pasatiempos.
También se ha descubierto que en un estado “positivo” el cuerpo produce más endorfinas y serotonina, que también se llaman hormonas de la felicidad.
Esto a su vez ayuda a contrarrestar los efectos del estrés. ¿Cómo aprender?
1. Es necesario aprender a agradecer, por las cosas más sencillas y siempre de forma continua.
2. Empiece a dar las instrucciones correctas. En lugar de negar "no soy capaz/no puedo/no sé", utilice la frase "haré todo lo que pueda".
3. Cambia tu círculo social. Si está rodeado de llorones y asfixiantes, vaya a un círculo social de optimistas.
Anteriormente hablamos de tres señales que indican una persona envidiosa .