El verano trae alegría con el sol, vacaciones y beneficios que no se pueden obtener en otras épocas del año. Por el contrario, septiembre es deprimente. ¿Es posible volver con seguridad al ritmo laboral después de unas agradables vacaciones?
Llegada con antelación
Al planificar unas vacaciones, mucha gente compra billetes de vuelta el último día. Quieren relajarse lo más posible e inmediatamente lanzarse a la batalla al llegar. Pero aquí está el problema. El cuerpo necesita volver a acostumbrarse a todo, señala el psicólogo Stanislav Sambursky .
Dos o tres días son suficientes para adaptarse, “afinar” el régimen y volver con seguridad a la rutina. Esta preparación es importante para la salud física y emocional.
Empezar poco a poco
La vuelta al trabajo no es el momento adecuado para tomar decisiones importantes. Es mejor dejarlos para más tarde. Las primeras horas deben transcurrirse con mesura y tranquilidad.
Podrás charlar con compañeros, contarles un montón de cosas nuevas y descubrir qué pasó estos días mientras estuviste fuera. Este es un buen momento para revisar tu correo electrónico del trabajo y ponerte al día con el trabajo de tus compañeros.
Date placer
Un final agradable y lógico para la jornada laboral sería un regalo personal: una visita a un café, unas compras, una cita o simplemente un dulce común y corriente que hará sentir bien a tu alma.
Restaurar el modo de suspensión
Se sabe: dormir es importante para la salud y la recuperación. Mucha gente lo descuida: se duermen tarde y se levantan temprano. Durante este tiempo, el cuerpo, incluido el sistema nervioso, no tiene tiempo de recuperarse.
Se siente cansado, mal y tiene otros síntomas desagradables durante todo el día. Establecer y seguir un horario de sueño le permite tener ingenio y la probabilidad de estar de buen humor aumenta significativamente.
Técnicas de respiración
El ejercicio físico energiza el cuerpo. Los ejercicios de respiración no son una excepción.
- En cualquier posición, respire profundamente, contenga la respiración durante dos segundos y exhale contando hasta siete;
- Sentado, alternando una fosa nasal con la otra, ciérrelas alternativamente. Inhale, contenga la respiración y luego exhale lentamente y libremente;
- Manténgase erguido, eche la cabeza hacia atrás e inhale lentamente por la boca. Luego incline la cabeza hacia abajo, hundiendo la barbilla en el pecho y exhale por la nariz;
- Párese firme con los brazos cerca del cuerpo y las palmas hacia arriba. Apriételos en un puño lo más fuerte posible, mientras inhala lentamente por la nariz. Exhale por la boca, aflojando lentamente el puño.
Ayuda de especialistas
Unos niveles hormonales saludables son la clave del éxito. Es importante vigilarlo y, si es necesario, acudir a un endocrinólogo. La ayuda psicológica también es importante. No debe descuidarlo si no puede afrontar las dificultades por su cuenta.