Lavarse las manos después de regresar a casa o antes de comer es un buen hábito.
Pero enseñar a un niño a seguirlas puede resultar muy difícil. En este caso, los padres deben tener paciencia.
Primero, debes explicarle a tu hijo o hija qué pasará si tomas comida con las manos sucias. Es importante explicar clara y tranquilamente todas las consecuencias.
Es importante que usted mismo dé un ejemplo positivo. Pero no se puede intimidar a un niño para que en el futuro no desarrolle un hábito neurótico.
También puedes convertir el lavado de manos en un juego.
Por ejemplo, un niño puede ir acompañado de juguetes en esta actividad, pero en un baño de juguetes. Es recomendable decir todas las acciones en voz alta.
El jabón o el dispensador de jabón deben atraer la atención del niño.
El jabón debe ser inodoro y sin colorantes, pero la jabonera puede ser brillante. También puedes decorar el dispensador de jabón con los personajes favoritos de tu hijo.
Anteriormente te contamos cómo enseñar a tu hijo a lavar los platos.