Al criar niños, es importante recordar que el propósito del castigo no debe ser solo el castigo en sí mismo, sino desarrollar las habilidades, el comportamiento y la actitud correctos ante la situación.
La psicóloga Irina Zolotova explicó cómo castigar adecuadamente a los niños.
A continuación se ofrecen algunos consejos que pueden ayudar a los padres a encontrar el equilibrio adecuado a la hora de disciplinar a sus hijos.
1. Sea coherente. Es importante que el castigo sea coherente y se aplique de acuerdo con determinadas reglas. El niño necesita saber que algunas acciones tienen consecuencias.
2. Explique las razones. El castigo debe estar relacionado con la violación de las reglas y ser comprensible para el niño. Explique por qué el comportamiento es indeseable y cómo puede afectarles a ellos y a los demás.
3. La conexión entre castigo y conducta. Es importante que el castigo esté relacionado con una infracción específica. El niño debe comprender que el castigo es consecuencia de sus acciones y no un accidente o una manifestación del enfado de los padres.
4. Mantener la proporcionalidad. La pena debe ser proporcional a la infracción. Esto significa que debe ser lo suficientemente severo como para que el niño se dé cuenta de su error, pero no demasiado duro ni excesivo.
5. Aprenda a distinguir el castigo de las emociones negativas. Recuerde que el castigo no debe ser una expresión de enojo o irritación de los padres.
Su actitud debe transmitir una comprensión clara de la infracción y sus consecuencias, en lugar de una reacción emocional repentina.
6. Involucre a su hijo en el proceso. Permita que su hijo exprese sus pensamientos y sentimientos sobre su comportamiento y sus consecuencias. Discuta con él posibles opciones para corregir errores y castigar.
7. Presta atención a los elogios. Además del castigo, asegúrese de dedicar tiempo y atención a recompensar y elogiar el buen comportamiento. Esto es importante para crear comentarios positivos y motivar al niño.
Es importante recordar que cada niño es único y que el mismo método de disciplina no siempre funcionará para todos. El método de castigo apropiado depende de la edad, el carácter y la situación específica.
Si tiene dificultades o le resulta difícil elegir el método adecuado, busque la ayuda de un psicólogo infantil.
A la hora de disciplinar a los niños se recomienda evitar palabras y acciones que puedan dañar su autoestima y bienestar emocional.
1. Palabras despectivas u ofensivas. Evite el uso de expresiones ofensivas y despectivas como "estúpido", "malo".
Frases generales “nunca entiendes”, “siempre rompes todo”. Esto puede ser un duro golpe para la autoestima de un niño.
2. Chantaje o amenazas. Utilizar chantajes o amenazas para lograr el comportamiento deseado en un niño es ineficaz y puede provocar emociones negativas.
Por ejemplo: “si te portas mal, tu tío te llevará”, “si no obedeces, te delataremos”. Nunca amenaces con dolor físico o emocional. Esto puede tener un impacto muy negativo en la psique del niño.
3. Comparaciones con otros niños. Evite comparar a su hijo con otros niños, especialmente en un contexto negativo.
Como "todos los niños son normales, pero tú no", "Dima siempre obedece a su madre, pero tú siempre no entiendes nada". Esto puede provocar sentimientos de inferioridad y envidia en el niño.
4. Ignorar prolongadamente. No se recomienda ignorar por mucho tiempo a un niño después de una infracción. Esto puede hacerle sentir rechazado e incomprendido.
5. Castigo físico. Las organizaciones responsables y muchos expertos en crianza recomiendan encarecidamente evitar el castigo físico como golpes o nalgadas.
El abuso físico no sólo es ilegal en muchos países, sino que también puede dañar gravemente la confianza y el vínculo emocional entre padres e hijos.
En su lugar, trate de utilizar métodos de castigo positivos y constructivos, como restricciones de tiempo, pérdida de privilegios o tareas adicionales.
Es importante recordar que el castigo debe ser eficaz, justo y ocurrir en un contexto amoroso y de apoyo para ayudar al niño a aprender de sus errores y desarrollarse positivamente.