La agresión infantil es una forma de comportamiento en la que un niño muestra agresión física o verbal hacia otras personas u objetos.
La psicóloga Yulia Vatutina contó cómo afrontar la agresión infantil.
Puede expresarse mediante histeria, peleas, gritos, destrucción de cosas y otras acciones inaceptables. Contener la agresión en un niño es un proceso complejo que puede llevar muchos meses.
A continuación se presentan algunas estrategias que pueden ayudarle a lidiar con el comportamiento agresivo de su hijo.
- Sea un ejemplo. Su propio comportamiento y reacciones juegan un papel importante en la configuración del comportamiento de su hijo. Trate de mantener un estilo de vida tranquilo, controle sus emociones y evite la agresión en presencia de niños.
- Enséñele a su hijo habilidades emocionales. Ayude a su hijo a aprender a expresar sus emociones mediante palabras en lugar de agresión.
Discuta con él qué lo enoja o irrita y ayúdelo a encontrar formas alternativas de responder a estas situaciones. - Establezca reglas y límites claros. El niño debe saber qué tipos de comportamiento son inaceptables.
Establezca reglas y límites que crearán una atmósfera segura y explíquele su significado a su hijo. - Fomente el comportamiento positivo. Llame la atención de su hijo sobre situaciones en las que se comporta correctamente. Él recordará esto y tratará de mantener este comportamiento con más frecuencia.
- Enseñe formas alternativas de expresar la agresión. Ofrécele a tu hijo otras formas de resolver problemas o expresar sus emociones, como hablar sobre sus sentimientos, creatividad, deportes u otra actividad física que ayude a liberar energía negativa.
- Pide ayuda. Si los problemas de agresión de su hijo continúan y le resulta difícil afrontarlos por su cuenta, comuníquese con un psicólogo infantil u otros especialistas que puedan ofrecerle estrategias y apoyo individualizados.
Es importante recordar que cada niño es único y algunos métodos pueden ser efectivos para un niño pero no para otro.
Experimente con diferentes enfoques y no dude en buscar ayuda profesional.
¿Por qué un niño muestra agresión?
Los métodos mencionados anteriormente son eficaces, pero sólo cuando se determinan, al menos de forma aproximada, las causas de la agresión del niño.
Por lo tanto, primero es necesario establecer qué causa el comportamiento agresivo y luego trabajar sistemáticamente para eliminar esta causa.
Puede haber muchos factores que dan lugar a la agresión, pero los psicólogos identifican varios de los principales.
- Falta de habilidades para el manejo de las emociones. Los niños pequeños todavía están aprendiendo a controlar y expresar sus emociones con palabras.
Debido a esto, pueden exhibir un comportamiento agresivo cuando se sienten enojados, irritados, temerosos o aburridos. - Falta de habilidades comunicativas. Si un niño no puede expresar clara y eficazmente sus deseos, necesidades o sentimientos, puede utilizar la agresión como una forma de llamar la atención o lograr sus objetivos.
- Modelado de comportamiento. Un niño puede observar un comportamiento agresivo en su entorno, por ejemplo, en la familia, la guardería, la escuela o cualquier otro entorno externo.
Puede imitar este comportamiento, especialmente si ve que trae resultados o llama la atención de los demás. - Estrés e incertidumbre. Algunos niños pueden experimentar estrés o incertidumbre en situaciones nuevas o interacciones sociales desconocidas.
El comportamiento agresivo puede ser su forma de defenderse o de controlar su entorno. - Necesidades físicas o emocionales. Si un niño tiene hambre, está cansado, siente dolor o le falta atención, puede volverse agresivo en un intento de llamar la atención y satisfacer sus necesidades.
- Limitaciones del desarrollo. Algunos niños pueden tener ciertos problemas de salud mental que pueden afectar su capacidad para comunicarse eficazmente y regular sus emociones.
Esto no significa que el niño tenga retraso mental; a veces estos niños pueden mostrar capacidades intelectuales fenomenales. Pero, sin embargo, es importante contactar a tiempo con un buen neurólogo o psiquiatra.
Una vez identificada la causa de la agresión, podemos proceder a abordar este problema en su conjunto. Es importante tener paciencia y recordar que la agresión de los padres genera agresión en los niños.