Los felinos, renombrados maestros del sigilo y la independencia, a menudo son subestimados en términos de su capacidad de aprender.
Sin embargo, contrariamente a la creencia popular, los gatos son capaces de recordar y comprender un determinado conjunto de palabras.
No hablamos de un dominio total de la lengua, sino de una clara asociación de sonidos con acciones, objetos o órdenes.

Aprendizaje asociativo
La base del “vocabulario” de un gato es el aprendizaje asociativo. Los gatos asocian las palabras habladas con determinadas acciones u objetos.
Por ejemplo, si dice repetidamente la palabra "comer" mientras se alimenta, es probable que su gato pronto comience a asociar la palabra con la comida. La coherencia y la repetición son importantes para que esta asociación se mantenga.
Palabras clave
¿Qué palabras pueden aprender los gatos? En primer lugar, se trata de palabras que tienen para ellos un significado emocional o práctico.
Los propios nombres de los gatos, “comer”, “caminar”, “jugar”, “no”, muchas veces pasan a formar parte del vocabulario del gato. Los gatos pueden reconocer la entonación con la que se pronuncian las palabras. Un tono amistoso se percibe de manera diferente a uno estricto.
Características individuales
Cada gato, como una persona, tiene sus propias características individuales. Algunos gatos son más curiosos y están más dispuestos a aprender, mientras que otros están menos motivados.
Es importante abordar el proceso de aprendizaje con paciencia y comprensión, y no esperar del gato lo que no es capaz de hacer.
Métodos de enseñanza
Enseñar a tu gato a comprender las palabras debe basarse en el refuerzo positivo. Recompense a su gato por comprender correctamente una palabra con afecto, golosinas o juegos.
Evite el uso de castigos, ya que esto puede causar estrés en el animal y afectar negativamente el proceso de aprendizaje.
Los gatos pueden recordar bien órdenes breves y sencillas cuando se les dicen de forma clara y coherente.
No solo palabras
Además de las palabras, los gatos también pueden responder a diversos sonidos y señales. Por ejemplo, el sonido de una lata de comida abriéndose o el crujido de una bolsa de golosinas despierta un interés instantáneo en la mayoría de los gatos.
Los gatos pueden utilizar sonidos, gestos e incluso expresiones faciales para comunicarse con los humanos. Al observar el comportamiento de su gato, podrá aprender a comprender mejor sus necesidades y deseos.