Los gatos son carnívoros que se alimentan naturalmente de pequeños roedores, pájaros y peces.
Sin embargo, en casa, a menudo se les alimenta con cereales e ingredientes vegetales que no satisfacen sus necesidades naturales.
Por eso, muchos dueños quieren complacer a sus mascotas con algo más natural y sabroso de la comida humana. Pero, ¿qué alimentos se le pueden dar a un gato y cuáles pueden ser peligrosos para su salud?
Por lo general, la comida casera para gatos se elabora con carne cruda (pollo, pavo, pato, conejo, pescado, cerdo, cordero), hígado, grasa de salmón y huevos.
Estos productos contienen todas las proteínas, grasas, aminoácidos y vitaminas necesarias para un gato. Sin embargo, no todos los gatos están acostumbrados a la carne cruda y pueden rechazarla o tener problemas digestivos. Por eso, antes de darle a tu gato carne cruda, es necesario consultar a un veterinario y congelarla para destruir posibles parásitos.
Si quieres darle a tu gato comida humana cocida, elige alimentos sin sal, especias, salsas u otros aditivos.
A los gatos se les puede dar carne hervida o al horno sin huesos ni piel, pescado hervido sin espinas (pero no salado ni frito), requesón o yogur sin azúcar ni aromas. Estos productos se pueden dar a su gato como premio o agregarlos a su alimento principal.
A algunos gatos les encantan las frutas y verduras, como las manzanas, los plátanos, la sandía, las zanahorias o la calabaza. Contienen vitaminas y antioxidantes beneficiosos, pero no son esenciales para los gatos.
Por lo tanto, puedes darle a tu gato pequeños trozos de fruta o verdura como premio o para mejorar el peristaltismo. Sin embargo, conviene evitar las peras, melocotones, albaricoques, cerezas y otras frutas con hueso, ya que contienen cianuro y pueden provocar intoxicaciones.
También hay una serie de alimentos que no se deben dar a un gato en ninguna forma ni cantidad. Estos incluyen chocolate, café, té, alcohol, cebollas, ajo, uvas, pasas, aguacates, champiñones, huevos crudos, pescado crudo, leche y productos lácteos con alto contenido de lactosa.
Estos productos pueden provocar alergias, intoxicaciones, problemas digestivos o incluso la muerte en tu gato. Por lo tanto, no alimente a su gato con lo que usted come sin antes comprobar que sea seguro.
En conclusión, algunos alimentos humanos se pueden dar a los gatos como premio o como complemento de su alimento principal. Sin embargo, es necesario tener en cuenta las preferencias y necesidades individuales del gato y también evitar alimentos que puedan ser peligrosos para su salud. Lo mejor es consultar a tu veterinario antes de introducir nuevos alimentos en la dieta de tu gato. Y recuerda que lo más importante para un gato es el amor y el cuidado por parte del dueño.