Los criadores de perros que cambian a sus mascotas a una dieta casera deben tener una idea clara de lo que se debe incluir en esta dieta.
Es bueno que un veterinario le recete la dieta a un perro. Es mucho peor si la comida del perro se prepara como si fuera para él mismo: parece de gran calidad, pero al mismo tiempo inútil.
Averigüemos qué proporción de verduras debe haber en la dieta de un perro y qué tipo de verduras deben ser.
Resulta que las verduras en el menú de un perro no deben superar el 5-10%.
Esta cantidad aportará al perro la fibra necesaria para una digestión normal y un bienestar general.
Las verduras se pueden dar crudas o cocidas junto con carne y cereales.
Puede ser calabaza y pepino, zanahorias y apio, así como calabacines pelados y sin semillas.
También puedes darles a tus perros repollo (brócoli y coliflor, no más de 10 a 15 gramos) y legumbres remojadas. Estas verduras hay que cocerlas.
No se le puede dar a un perro
Se cree que estos vegetales son tóxicos para los animales y pueden provocar intoxicaciones graves. Este grupo incluía:
- ajo y cebolla;
- patatas crudas;
- rábano y chile.
Otras verduras no incluidas en la lista se deben administrar al animal en cantidades limitadas.