Los gatos domésticos tienen muchos hábitos diferentes y extraños, como correr después de ir al baño o gritar después de comer.
Te contamos qué le podría pasar a una mascota que grita con una voz que no es la suya alejándose apenas del plato de comida.
Razón uno: el hambre
Es posible que de esta forma el animal exprese su protesta decisiva por la cantidad de comida que se le da de una vez. ¿Quizás deberíamos añadir algo y luego todo se arreglará solo?
Para no equivocarse con la norma, se recomienda asignar alimento en una cantidad del 2 al 7% del peso corporal del animal por día. Los gatos promedio comen entre el 3 y el 5% de esta cifra.
Razón dos: salud
Puede que haya algún problema con tu digestión. Y si los gritos se vuelven constantes, entonces es hora de acudir al veterinario. En este caso, debes reaccionar como una señal de ayuda y no como una broma inocente.
Razón tres: poco probable
Es posible que esta sea la forma que tiene la mascota de dar las gracias. Se cree que los gatos, a pesar de su cariño, son criaturas bastante egoístas, por lo que la mayoría de los dueños no cuentan con esa gratitud.
Razón cuatro: atención
Esto se manifiesta con la edad. Si un gato grita después de comer, recógelo. Si el animal se estalla, algo molesta a la mascota.
Razón cinco: comportamiento extraño
Quizás se trate de peculiaridades que puedan estar asociadas con las hormonas, la época del año y otras características individuales.