Las flores vacías no son algo malo, superfluo o innecesario.
Estas son flores masculinas y una planta polinizada por abejas necesita flores masculinas.
En ellos se forman granos de polen, que sirven para polinizar las flores femeninas. Sin flores estériles, los ovarios no se convertirán en frutos. Simplemente se volverán amarillos y se caerán.
La razón está en las semillas.
A menudo sucede que un jardinero siembra pepinos y casi no hay flores femeninas en ellos, pero la abundancia de flores masculinas puede eclipsar el macizo de flores de un jardinero entusiasta. Esto sucede porque se sembraron semillas frescas.
Dentro de la semilla hay enzimas que influyen en el desarrollo de la planta.
Cuanto más tiempo permanece la semilla, más se destruyen las enzimas que “le dicen” a la planta que se desarrolle por sí misma, en lugar de poner el máximo esfuerzo en producir frutos.
Si le preguntas a cualquier abuela del pueblo, te dirá que los pepinos y las calabazas deben sembrarse con semillas que hayan estado almacenadas durante al menos tres años.
Nuestros antepasados no tuvieron la oportunidad de descubrir ninguna enzima, pero observaron las plantas y notaron este patrón.
Por cierto, lo mismo se aplica a los melones, sandías, calabazas, calabacines y otras plantas de la familia de las calabazas.
Pellizcando la parte superior
La segunda razón del gran número de flores masculinas es la falta de formación. Si el tallo central está creciendo activamente, pero los brotes laterales están poco desarrollados, habrá pocos ovarios.
Las flores femeninas se forman en los brotes laterales. Para estimular su crecimiento, es necesario pellizcar la parte superior del tallo central por encima de la sexta a novena hoja.
Nota. El tratamiento con preparados que estimulan la formación de frutos no ayudará, ya que las causas del problema son inherentes a la naturaleza y no son producto de factores externos.
Además, puede producirse el efecto contrario, ya que estos medicamentos actúan estimulando la producción de polen. Y son las flores masculinas las responsables de esto.
Por último, vale la pena enfatizarlo una vez más: todo lo dicho anteriormente se aplica únicamente a las variedades e híbridos polinizados por abejas. Los híbridos partenocárpicos no producen flores masculinas porque no requieren polinización.
Sin embargo, a veces ocurre tal caso. Pero su causa está en los genes: es el resultado de una mutación.
No hay por qué tener miedo. Crecerá un pepino normal y corriente, que dará frutos iguales a los polinizados por abejas.