En invierno, no hay mucho trabajo para un jardinero, especialmente si se ha ido a la ciudad para sobrevivir el invierno.
Las verduras empiezan a agotarse lentamente, lo que reduce la cantidad de vitaminas en el cuerpo.
Por eso, los jardineros experimentados deciden empezar a germinar semillas, incluyéndolas en la dieta.
Esto permite fortalecer la salud y la inmunidad debilitada durante el frío otoñal.
¿Cuáles son los beneficios de las semillas germinadas?
En primer lugar, es un verdadero depósito de vitaminas, antioxidantes, enzimas beneficiosas y proteínas.
Para preparar la composición, simplemente enjuague cuidadosamente las semillas seleccionadas y déjelas en remojo durante el tiempo requerido; generalmente 5 horas son suficientes. Para los cereales serán necesarias 12 horas.
A continuación, escurre el agua y coloca los granos sobre un paño húmedo. Tan pronto como los brotes alcancen los 5 cm de longitud, podrás comer las verduras.
Corte los brotes con unas tijeras; lo más probable es que las semillas den otra pequeña cosecha. Pero esto depende de la semilla y de las condiciones de cultivo.