Las plantas que viven en macetas y jarrones en verano no merecen menos atención que las que crecen en el jardín.
La mayoría de ellos continúan creciendo activamente, y no es ningún secreto que en estos momentos las flores necesitan especialmente nutrientes.
En macetas en las que el volumen de tierra es limitado, esos mismos microelementos tienden a agotarse rápidamente.
Esto significa que si no se reponen los suministros de alimentos, se acabarán muy rápidamente.
Ahora que todos tenemos clara la importancia de alimentar las plantas de interior, comencemos a describir la receta de una de las composiciones nutricionales efectivas.
Para prepararlo necesitarás las cáscaras de cebolla más habituales, de las que, por regla general, no faltan.
Verter un litro de agua sobre un puñado de cáscaras que quedan después de pelar las cebollas y llevar a ebullición.
Deja que el producto pase otros 10 minutos a fuego lento.
Después de eso, puede apagar la estufa y dejar la alimentación futura durante 3 a 4 horas; este tiempo es suficiente para que se enfríe.
Solo queda colar el caldo resultante y ya puedes utilizarlo para pulverizar.