No se puede imaginar nada más relajante que una taza de té caliente y aromático después de un ajetreado día de trabajo.
Puedes hacer que la bebida sea aún más sabrosa agregando hojas o flores de algunas plantas.
Melisa o menta
Estas plantas pueden considerarse quizás las más comunes. Mucha gente piensa que estas hierbas son exactamente iguales, pero no es así: la menta agregada al té es refrescante y refrescante, y el bálsamo de limón tiene un sabor a limón.
tomillo rastrero
Al tomillo se le llama el "hermano cultivado del tomillo" y tiene el mismo rico aroma. La parte superior de las flores es adecuada para el té, que debe recogerse antes de que el tallo se vuelva leñoso.
Hisopo officinalis
En apariencia y aroma, el hisopo se puede confundir con la salvia: parece un arbusto bajo y extendido con pequeñas flores azules. Al igual que el tomillo, el hisopo se seca antes de agregarlo al té.
Lavanda
La lavanda añadida al té tiene un sabor entre salvia, romero y tomillo, dicen quienes han probado una bebida con este ingrediente. En general, podemos llegar a la conclusión de que esta opción es más bien un gusto adquirido.