El maíz enlatado es un producto muy útil en términos de valor dietético.
Sin embargo, muchas personas piensan que sólo se debe consumir en ensaladas, lo cual no es cierto.
Los nutricionistas dicen que este maíz se puede comer directamente de la lata. Pero siempre y cuando no te excedas y lo utilices con moderación.
La segunda condición clave es que hay que saber elegir un producto realmente bueno, es decir, fijarse en lo que contiene.
Beneficio
Los expertos destacan las propiedades beneficiosas del maíz enlatado, que se conservan incluso durante el tratamiento térmico.
En particular, indican que contiene vitamina B, que aseguran el funcionamiento normal del sistema nervioso.
Y la vitamina C ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
El potasio y el magnesio tienen un efecto beneficioso sobre el corazón y los vasos sanguíneos.
La fibra contenida en el maíz enlatado mejora el funcionamiento del tracto gastrointestinal.
Además, el producto es bajo en calorías y casi no contiene grasas.
Cómo elegir el correcto
Para elegir un producto realmente bueno, lea atentamente su composición (debe estar indicada en el envase).
Y la composición es la siguiente: maíz dulce, agua, azúcar y sal.
Es mejor no comprar un producto con conservantes, aromas y colorantes.
Cuando y cuanto comer
En cuanto al momento de consumo de este tipo de maíz, se puede consumir en cualquier momento, incluso por la mañana y por la noche.
Pero por la noche, los nutricionistas recomiendan combinarlo con alimentos ricos en proteínas y grasas, como queso o frutos secos.
Los expertos instan a no dejarse llevar por el maíz enlatado: la porción óptima es de 100 a 150 gramos.
En este caso, tienes garantizado el vigor (los azúcares naturales del producto son los responsables de ello).
Para un refrigerio rápido, el maíz enlatado sin cocinar es ideal.