Quizás le sorprenda saber que incluso las frutas “dietéticas” más populares pueden ser una fuente oculta de calorías adicionales.
Tomemos como ejemplo los plátanos. A menudo se recomiendan como refrigerio previo al entrenamiento, pero un plátano maduro contiene hasta 30 gramos de carbohidratos, casi tanto como dos rebanadas de pan.
Cuanto más dulce sea la fruta, mayor será su índice glucémico. Esto significa que una hora después de ese refrigerio, volverás a sentir hambre y tu nivel de azúcar bajará drásticamente.

Las uvas son otro enemigo menos obvio de la delgadez. Las diminutas bayas parecen inofensivas, pero un puñado de uvas contiene tanta azúcar como un caramelo.
Los comes “automáticamente”, sin darte cuenta de la cantidad, y superas fácilmente la norma diaria.
Lo peor es que la fructosa de las uvas se convierte rápidamente en grasa si llevas un estilo de vida sedentario.
El mango y la piña son frutas exóticas que muchas personas consideran quemagrasas. Sí, contienen enzimas que mejoran la digestión, pero su contenido calórico es comparable al del postre. Por ejemplo, una taza de trozos de mango contiene alrededor de 100 calorías y 25 gramos de azúcar.
Añade batidos o ensaladas de frutas con yogur a la mezcla y tendrás una comida completa que no te llena sino que añade carbohidratos adicionales.
Los frutos secos son una historia aparte. Las pasas, los dátiles y los albaricoques secos parecen un sustituto saludable de los dulces, pero durante el proceso de secado, las frutas pierden agua y la concentración de azúcar en ellas aumenta varias veces.
Un puñado de frutos secos equivale en calorías a una barra de chocolate, pero la sensación de saciedad no dura mucho. Además, los fabricantes a menudo les añaden jarabe de azúcar o conservantes para prolongar su vida útil.
El aguacate, aunque no es dulce, también requiere precaución. Es rico en grasas saludables, pero una fruta contiene alrededor de 300 calorías.
Si lo agregas a cada ensalada o haces guacamole, puedes exceder fácilmente la norma. Esto no quiere decir que el aguacate sea perjudicial, pero sí hay que controlar su cantidad.
¿Cómo evitar errores? En primer lugar, elija frutas con alto contenido en agua y fibra: sandía, pomelo, manzanas, peras. Son menos calóricos y te hacen sentir lleno por más tiempo.
En segundo lugar, coma fruta en la primera mitad del día, cuando el cuerpo está procesando más activamente los carbohidratos.
En tercer lugar, combínalos con proteínas: bayas con requesón o manzana con mantequilla de maní. Esto ralentizará la absorción de azúcar y evitará picos bruscos de insulina.
Recuerda: incluso los alimentos saludables en exceso pueden jugar en tu contra.