Los panes planos con requesón son tan sabrosos y satisfactorios que muchos gourmets están dispuestos a comer este plato al menos todas las mañanas.
¡Pero no deberías hacer eso!
Tampoco se pueden comer tartas de queso cada dos o tres mañanas.
Recuerda por el resto de tu vida: no puedes preparar este desayuno más de una vez a la semana.
Sí, no te sorprendas. Resulta que los pasteles de requesón no son tan saludables como podría parecer a primera vista.
Por qué no deberías comer tartas de queso con demasiada frecuencia
La fuente del peligro es la corteza frita de los discos de cuajada.
Esta parte del plato contiene un carcinógeno peligroso. La ingestión regular de este compuesto en el cuerpo por la mañana conlleva la aparición de problemas de salud graves.
Puedes protegerte evitando el consumo frecuente de tartas de queso: durante la semana puedes organizar como máximo uno de esos desayunos.
Qué hacer si es difícil dejar las tartas de queso
Si aún no puedes reducir el consumo de tu comida favorita, sigue algunas reglas simples:
- No se pueden freír demasiado las tortas de cuajada: basta con que se doren ligeramente.
- Hay que evitar que las tartas de queso absorban grandes cantidades de aceite.
- Un complemento ideal es la fruta fresca: ayudarán a neutralizar compuestos peligrosos.