Para que tu dieta sea variada, debes intentarlo.
Es necesario inventar algo nuevo cada día, ir de compras y elegir productos durante mucho tiempo, estar regularmente frente a la estufa...
¿O tal vez simplemente empezar a comer lo mismo?
Esto es muy conveniente: puedes comprar alimentos y preparar comidas para la próxima semana.
No es necesario crear un menú constantemente y perder el tiempo en tareas de “cocina”. Todo es sencillo, rápido y familiar.
Y no tendrás que contar calorías: quien sigue una dieta monótona ya sabe cuánta comida comió y cuántas calorías recibió.
Entonces, hay muchas ventajas. Sin embargo, todavía no vale la pena empezar a comer lo mismo todos los días. El hecho es que este enfoque ciertamente conducirá a consecuencias indeseables.
El peligro de una dieta monótona
Una persona que come lo mismo todos los días corre el riesgo de sufrir deficiencias de vitaminas y minerales.
Por muy útiles que sean los pocos alimentos seleccionados, no serán suficientes para suministrar al organismo una cantidad suficiente de componentes importantes.
Lo que se necesita es una variedad de sustancias y microelementos.
Además, la transición a una dieta monótona está plagada de alteraciones del tracto gastrointestinal.
Y la falta de voluntad para diversificar su dieta puede llevar a que una persona literalmente odie los alimentos que come con demasiada frecuencia.