A nadie le resultará difícil contar la cantidad de cucharadas de azúcar que se añaden al té o al café.
Pero es mucho más difícil tener en cuenta el azúcar que se incluye en otros productos; por esta razón, si no cocina usted mismo, corre el riesgo de sufrir una "sobredosis de azúcar".
Los siguientes síntomas le ayudarán a comprender que la vida se ha vuelto demasiado dulce.
1. Fatiga inexplicable y persistente
Debido a las fuertes fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre, la fuerza física y mental de una persona se agota.
2. Hambre poco después de comer
El exceso de azúcar provoca una gran liberación de insulina. A su vez, esto conduce a un aumento del apetito.
3. Antojos obsesivos de dulces
Un deseo irresistible de comer algo dulce surge cuando el cuerpo se acostumbra a la liberación de dopamina después de los dulces. Como resultado, queremos más y más.
4. Granos y puntos negros, así como aumento de la grasa en la piel y el cabello.
5. Hinchazón, flatulencia y micción frecuente.