Seamos honestos, ¿cuántas veces te han dicho que el desayuno es sagrado y en respuesta simplemente agitaste la mano y tomaste lo primero que te vino a la mano?
Bueno, es hora de disipar algunos mitos y descubrir por qué tu barra de chocolate o muffin de café favorito puede convertirse en tu peor enemigo por la mañana.
Hoy hablaremos de qué es mejor dejar fuera del menú de la mañana, para que el día empiece no solo sabroso, sino también saludable.
Alimentos a evitar en el desayuno
Vayamos directo al grano. El desayuno no es sólo una comida, es la base de tu energía y estado de ánimo durante todo el día.
Y si crees que cualquier comida de la mañana es garantía de vigor, prepárate para la decepción.
Algunos alimentos pueden causar estragos en su salud incluso antes de que tenga tiempo de decir "Buenos días".
Hinchazón, somnolencia e incluso irritabilidad son sólo algunos de los “regalos” que pueden hacerte estos insidiosos “delicias” matutinas.
La lista de alimentos matutinos nocivos que veremos ahora le ayudará a evitar estos problemas.
Cereales dulces y cereales azucarados
¿A quién de nosotros no le gusta empezar la mañana con una taza de gachas dulces o cereales crujientes?
Pero aquí está el problema: el azúcar, tan generosamente presente en estos platos, puede jugarte una broma cruel.
El aumento de azúcar en sangre después de un desayuno de este tipo le proporcionará una explosión instantánea de energía, pero no importa lo rápido que llegue, desaparecerá con la misma rapidez, dejándolo cansado y hambriento.
Y esto también es un verdadero golpe para el páncreas, que se ve obligado a trabajar más para producir insulina.
¿El resultado? Fatiga, irritabilidad y ganas irresistibles de comer algo dulce a mitad del día. No es el mejor comienzo, ¿estás de acuerdo?
Bollería y pan blanco
Ah, ese aroma a pan recién hecho o a bollo de la panadería más cercana… ¿Quién puede resistirse?
¿Pero vale la pena ceder a la tentación? Pan blanco, croissants, donuts: todo esto es un almacén de carbohidratos rápidos, que aumentan instantáneamente el nivel de azúcar en la sangre y luego, con la misma rapidez, lo "arrojan" al abismo de la fatiga y el hambre.
Estos alimentos son bajos en nutrientes y fibra, lo que evita que te sientas lleno por mucho tiempo.
Además, el consumo regular de este tipo de productos horneados puede provocar un aumento excesivo de peso y problemas metabólicos.
Entonces, si no quieres sentirte como un limón exprimido a la hora del almuerzo, es mejor elegir algo más saludable para tu dieta matutina.
Productos lácteos enteros
Un desayuno abundante con una rebanada de queso o un rico y cremoso yogur suena delicioso, ¡pero no te apresures!
Los productos lácteos enteros pueden ser artillería pesada para la digestión matutina.
Requieren más tiempo y esfuerzo por parte del cuerpo para digerirse, lo que puede provocar sensación de pesadez y malestar en el estómago.
Y si tienes una intolerancia oculta a la lactosa, es posible que tu mañana no empiece con la nota que esperabas.
Para evitar estos problemas, es mejor elegir alternativas bajas en grasas o de origen vegetal, que son más fáciles de digerir y no cargan el estómago.
Carnes y embutidos ahumados
Salchichas, tocino, pescado ahumado: estos productos suelen estar en la mesa de la mañana, pero su lugar es más probable en una cena festiva y no en el desayuno. ¿Por qué?
El caso es que las carnes y embutidos ahumados contienen muchos conservantes, aromas y otros aditivos que pueden afectar negativamente a la salud.
Pueden desencadenar procesos inflamatorios en el organismo e incluso aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Y no olvidemos el alto contenido de sal, que retiene agua en el cuerpo y puede provocar hipertensión arterial.
Por eso, si quieres mantener la salud y la ligereza durante todo el día, es mejor apartar estos productos de tu menú matutino.
Bebidas azucaradas y zumos con alto contenido en azúcar.
Jugo de un cartón o de una lata de refresco: ¿qué podría ser más fácil y rápido para el desayuno?
Pero no se apresure a abrir el frigorífico. Estas bombas de “vitaminas” resultan ser verdaderas trampas de azúcar.
Las bebidas azucaradas provocan un aumento inmediato de la glucosa en sangre que, como ya sabemos, puede provocar una caída repentina de la energía y un aumento del apetito.
Además, el consumo regular de azúcar en tales cantidades puede provocar el desarrollo de diabetes y obesidad.
Es mejor saciar la sed con agua limpia, zumos caseros naturales sin azúcar añadido o té verde.
Esto le ayudará a mantenerse alerta y saludable sin cargar su cuerpo con calorías adicionales.
comida frita
Probablemente no haya nada más tentador que unas patatas doradas fritas o unos huevos con tocino crujiente para el desayuno. ¡Pero detente!
Antes de correr a la sartén, veamos por qué no es la mejor opción para comenzar el día.
Los alimentos fritos son ricos en grasas trans y colesterol, que ejercen presión sobre el corazón y los vasos sanguíneos y también pueden contribuir al desarrollo de la aterosclerosis.
Además, estos alimentos son duros para el estómago y pueden provocar hinchazón y malestar, lo que no le aportará energía en absoluto.
Si realmente desea algo frito, es mejor elegir platos cocidos al vapor o al horno; de esta manera conservará el sabor y evitará problemas de salud innecesarios.
Comida rápida y productos semiacabados.
Rápido, conveniente y... extremadamente indeseable para tu desayuno. La comida rápida y las comidas preparadas son lobos culinarios con piel de oveja.
Con el pretexto de ahorrar tiempo, nos deslizan toneladas de sal, azúcar y conservantes.
Estos alimentos no sólo carecen de nutrientes, sino que también pueden provocar inflamación en el cuerpo, alterar el metabolismo e incluso provocar el desarrollo de enfermedades crónicas.
Además, las calorías vacías provocan rápidamente hambre, por lo que corre el riesgo de comer mucho más de lo planeado.
Cafeína y bebidas energéticas.
El café es un ritual matutino para millones de personas. Pero cuando se trata de bebidas energéticas, hay que tener cuidado.
La cafeína ciertamente vigoriza, pero demasiada puede provocar un aumento del ritmo cardíaco, ansiedad e incluso alteraciones del sueño.
Y las bebidas energéticas suelen contener tanta cafeína que puede superar fácilmente las necesidades diarias.
Y no te olvides del alto contenido en azúcar y otros estimulantes que pueden ser perjudiciales para tu salud.
Si necesitas una dosis de vigor por la mañana, es mejor optar por una taza de café de buena calidad sin azúcar o té verde, que te ayudará a despertarte y no dañará el organismo.
Consejos para planificar el desayuno
Para garantizar que el comienzo de la mañana no solo sea delicioso, sino que también esté preparado para el éxito, veamos algunas alternativas saludables.
• En lugar de cereales y cereales azucarados, pruebe con avena a base de agua con la adición de frutas frescas y nueces.
• Evite el pan blanco y opte por opciones integrales con aguacate o mantequilla de maní natural.
• Reemplace los productos lácteos enteros con yogur bajo en grasa o leche de origen vegetal.
• Y, por supuesto, no se olvide de las proteínas: los huevos, la carne blanca o el pescado serán una excelente opción para un desayuno abundante y saludable.
Planifica tu desayuno con antelación y siempre tendrás tiempo para empezar bien el día.
Así, nos hemos ocupado de los “enemigos” matutinos de nuestra salud.
Recuerda que el desayuno no es sólo una tradición, es un recurso importante para tu cuerpo que te ayuda a estar enérgico y productivo durante todo el día.
Sustituye los alimentos poco saludables por alternativas saludables y notarás cómo tu salud y tu estado de ánimo mejoran.
No olvide que la mañana debe empezar no sólo de forma sabrosa, sino también sabiamente. ¡Que tu desayuno no sólo sea agradable, sino también lo más saludable posible!
Anteriormente te contamos a quién se recomienda comer kebab .