Cualquier queso que tenga una composición natural y esté elaborado con tecnología probada no solo es sabroso, sino también saludable.
Desafortunadamente, no se puede decir que esta afirmación se aplique por igual a todos los productos que se encuentran en los estantes de las tiendas, porque lo que a menudo se encuentra aquí no es queso, sino productos de queso.
Para determinar si tiene queso o un producto de queso frente a usted, no debe confiar en su apariencia o sabor.
Su asistente es una etiqueta en la que el fabricante está obligado a indicar que el producto pertenece a productos de queso si contiene aceites vegetales.
Asegúrese de estudiar el resto de la información: si entre los ingredientes con los que está elaborado el producto encuentra sustitutos de la grasa láctea, emulsionantes y espesantes, considere negarse a comprarlos.
Nota: los sustitutos se utilizan con mayor frecuencia en productos procesados.
La diferencia entre queso y producto quesero también se refleja en el precio.
Como regla general, un sustituto es varias veces más barato que un producto natural, pero esta condición no siempre se cumple.
Anteriormente te compartimos una receta de postre de chocolate sin azúcar.