Mucha gente comienza el día con una taza de café aromático, que les carga de energía y de humor. Y para que el café sea aún más sabroso y aromático, muchos le añaden diversos aditivos, olvidándose por completo de la racionalidad.
Por eso, conviene recordar algunos aditivos que pueden estropear el sabor de esta bebida.
Azúcar
El azúcar es uno de los aditivos más comunes en el café.
A muchas personas les gusta agregar azúcar, pero demasiada dulzura puede enmascarar los sabores naturales del café y convertirlo en agua dulce.
Además, una concentración excesiva de azúcar tiene un impacto negativo en la salud.
leche baja en grasa
Mucha gente se atreve a añadir leche al café, intentando mejorar significativamente el sabor de la bebida.
Sin embargo, si consideramos la leche baja en grasa, definitivamente no vale la pena usarla. El hecho es que la leche desnatada no permitirá crear la espuma deseada y la bebida finalmente se volverá aguada.
jarabe de vainilla
El jarabe de vainilla es otro aditivo popular diseñado para darle al café un sabor más dulce y aromático.
Sin embargo, el uso excesivo de este almíbar puede opacar los sabores naturales del café. Además, el jarabe de vainilla contiene azúcar adicional, lo que aumenta el contenido calórico de la bebida sin aportar beneficios significativos.
Especias
Algunos amantes del café prefieren agregar las siguientes especias:
1) canela;
2) jengibre;
3) cardamomo y otros.
Las especias pueden agregar un sabor especial a una bebida. Sin embargo, si comete un error en la dosis, el sabor se estropeará.
También debes entender que las especias pueden variar. Un ejemplo sencillo: puedes comprar canela en otra tienda y tendrá un sabor y aroma completamente diferente. Por tanto, añadir especias al café siempre es arriesgado.
Anteriormente te contamos qué alimentos no se deben comer con huevo.