La comida rápida te ayuda a satisfacer rápidamente tu hambre. Pero al final, el cuerpo recibe calorías adicionales y componentes nocivos de dichos alimentos.
El resultado es exceso de peso y problemas de salud.
Puede resultar muy difícil renunciar a una hamburguesa o unas patatas fritas. Aún así, estos productos provocan la liberación de endorfinas.
Pero para dejar la comida chatarra, debes intentar encontrar placer en tu vida.
Estos podrían ser nuevos intereses, pasatiempos, trabajo.
Debe haber una actividad que realmente cautive y traiga alegría.
“Cuando vuelas al abismo en un bungee y gritas, cuando te enamoras y lo disfrutas, no tienes tiempo para la comida rápida. No se puede simplemente quitarle el placer a una persona, como un juguete, hay que darle algo a cambio”, dijo el especialista Alexey Kovalkov en una entrevista para Radio 1 .
El médico también señaló que no se debe abandonar repentinamente ese alimento. Debes hacer esto gradualmente.