Durante la temporada de cosecha de bayas tan sabrosas y aromáticas como las cerezas y las fresas, no conviene limitarse a su cantidad. ¿O sigue siendo necesario?
Polina Koroleva, nutricionista-endocrinóloga de los centros médicos Atlas, compartió recomendaciones al respecto.
Las cerezas y las fresas son muy saludables, ya que contienen una gran cantidad de vitaminas y fibra valiosa para el organismo. Pero son bastante ricos en calorías y, en algunas enfermedades, su consumo excesivo puede tener un efecto negativo sobre el bienestar.
Polina Koroleva aconseja comer no más de 500 g de bayas al día, y es mejor hacerlo por la mañana o antes del almuerzo.
Lo mejor es utilizarlos como snacks ligeros o antes de un plato principal.
Dado que las cerezas y las fresas contienen muchos carbohidratos simples, su consumo provoca un aumento en los niveles de azúcar en sangre.
Durante el día, cuando una persona está activa, la glucosa se utiliza fácilmente, pero por la noche su exceso puede tener efectos negativos para la salud.
Además, el médico señala que en caso de síndrome del intestino irritable, las cerezas y las cerezas pueden aumentar las flatulencias debido a que son fermentadas por bacterias gastrointestinales. Pero las fresas, los arándanos, las frambuesas y los arándanos definitivamente no causarán molestias.