¿Por qué le añaden soda al té verde?: pocos responderán

10.02.2025 09:45

El té verde, conocido por sus propiedades antioxidantes, a veces se prepara con la adición de bicarbonato de sodio.

Esta práctica es común en regiones con agua dura, como Asia Central.

Sin embargo, detrás de esta combinación no obvia se esconden siglos de experiencia, leyes químicas y tradiciones culturales que merece la pena estudiar con más detalle.

Aspecto químico: cómo la soda altera las propiedades del té

El bicarbonato de sodio crea un ambiente alcalino (pH 8-9), que neutraliza los taninos y las catequinas, responsables del amargor.

Por ejemplo, el tanino, al interactuar con la soda, forma compuestos más solubles que suavizan el sabor.

soda
Foto: © Belnovosti

Investigaciones (como este estudio de 2017 realizado por científicos japoneses de la Universidad de Kioto) confirman que a niveles de pH superiores a 7, el galato de epigalocatequina (EGCG), el principal antioxidante del té, se vuelve más estable.

Esto no sólo preserva el color verde brillante de la bebida, sino que también retarda la oxidación, extendiendo la vida útil del té elaborado.

Sin embargo, el ambiente alcalino también afecta a otros componentes. Por ejemplo, las vitaminas B, especialmente la tiamina (B1) y la riboflavina (B2), se destruyen a un pH superior a 7,5.

Se trata de un compromiso entre la conservación de los antioxidantes y la pérdida de algunas de las sustancias beneficiosas.

Curiosamente, la cafeína se libera más lentamente en condiciones alcalinas, lo que hace que la bebida tenga efectos menos "duros".

Contexto histórico: de las tradiciones nómadas a los tiempos modernos

En Uzbekistán y Tayikistán, el tradicional té “kok” se prepara en ollas de cobre con la adición de soda y leche. Este método surgió debido a las características del agua local, saturada de sales de calcio y magnesio.

El bicarbonato de sodio suaviza el agua, evitando la formación de sarro en los platos, y las grasas de la leche retienen el amargor residual, creando un sabor aterciopelado.

Curiosamente, en el Tíbet la mantequilla de yak desempeña un papel similar y se añade al té para neutralizar la astringencia.

En China, la cuna del té verde, no se utiliza soda: prefieren agua blanda de manantial o le añaden limón, que, por el contrario, aumenta la acidez.

Esto pone de relieve que las tradiciones cerveceras están estrechamente vinculadas a las condiciones ecológicas de la región.

Experimento: Cómo comprobar el efecto del refresco en casa

Para entender la diferencia, realice un experimento:

Muestra con soda : 0,5 g de soda (en la punta de un cuchillo) por litro de agua.

Resultado : La bebida adquiere un tono verde dorado, el sabor es suave, con una nota ligeramente dulce.

Consejo : utilice variedades de té sueltas (por ejemplo, “hojas largas” de Georgia): se abren mejor en un ambiente alcalino.

Muestra sin soda :

Resultado : El color se vuelve marrón oliva, el sabor es astringente, con un amargor pronunciado.

¡Importante! El exceso de soda (más de 1 g/l) produce un sabor “jabonoso” desagradable y destruye hasta el 30% de las vitaminas. Para mayor precisión, puede utilizar tiras de pH: el rango ideal es 7,5–8,5.

Investigaciones modernas y opiniones de expertos

Según el Instituto de Nutrición de la Academia Rusa de Ciencias Médicas , el consumo moderado de refresco (hasta 0,7 g/l) no es perjudicial para la salud, pero las personas con alta acidez de estómago deben tener cuidado: el té alcalino puede alterar el equilibrio del pH del tracto gastrointestinal.

La maestra del té Lilia Stein señala:

“El refresco es una herramienta que sólo es apropiada en determinadas condiciones. Para variedades de élite como Bi Lo Chun es innecesario, pero para el consumo diario de té en regiones con agua dura es irreemplazable”.

Alternativas a los refrescos: ¿cómo suavizar el amargor?

Filtración de agua : elimina las sales de dureza manteniendo el pH neutro.

Adición de cítricos : el ácido cítrico neutraliza los taninos, realzando el aroma.

Leche o crema : Las proteínas se unen a los taninos, como en el clásico té inglés.

Elaboración a baja temperatura (70–80 °C): reduce la extracción de amargor.

Importancia cultural: más que una bebida

En Asia Central, el “kok-chai” es un símbolo de hospitalidad. Se sirve en cuencos, acompañado de panes planos y frutos secos.

Agregar soda aquí no es sólo una técnica culinaria, sino parte de un ritual que enfatiza el respeto por el invitado.

En Uzbekistán existen incluso “casas de té” donde el proceso de preparación se convierte en un acto meditativo utilizando antiguos samovares de cobre.

Conclusión

Añadir soda al té verde es un compromiso centenario entre química, cultura y ecología. Nos enseña que incluso un pequeño ingrediente puede revelar nuevas facetas de una bebida familiar.

Sin embargo, como en cualquier arte, aquí es importante la moderación: una pizca de soda convertirá el té en un placer, pero demasiada arruinará el sabor.

Experimenta conscientemente y descubrirás un mundo de matices escondido en una simple hoja de té.

Valeria Kisternaya Autor: Valeria Kisternaya editor de recursos de internet


Contenido
  1. Aspecto químico: cómo la soda altera las propiedades del té
  2. Contexto histórico: de las tradiciones nómadas a los tiempos modernos
  3. Experimento: Cómo comprobar el efecto del refresco en casa
  4. Investigaciones modernas y opiniones de expertos
  5. Alternativas a los refrescos: ¿cómo suavizar el amargor?
  6. Importancia cultural: más que una bebida
  7. Conclusión