Los blogueros lo elogian, las abuelas lo recomiendan y lo utilizan en todos los trucos de Second Life.
Pero pocas personas saben que el bicarbonato de sodio común puede causar intoxicaciones, quemaduras e incluso explosiones.
¡Sí, has oído bien! Al entrar al organismo en grandes cantidades, la soda altera el equilibrio ácido-base, provocando náuseas y convulsiones. Y si lo mezclas con vinagre en una botella cerrada, la reacción hará que el recipiente explote.

Pero los más peligrosos de todos son los mitos cotidianos. Por ejemplo, limpiar sartenes de aluminio con soda. Las partículas abrasivas rayan el metal y los óxidos dañinos ingresan a los alimentos.
Y los intentos de blanquear los dientes con soda terminan en adelgazamiento del esmalte y caries. Incluso el lavado “seguro” de los suelos con soda puede ser perjudicial: si hay animales en la casa, lamen los restos del polvo, lo que provoca enfermedades gastrointestinales.
¿Cómo utilizar correctamente el refresco? Sólo en pequeñas dosis y sin fanatismo.
Por ejemplo, para eliminar olores en el refrigerador (colocar una caja abierta en un estante) o limpiar suavemente el vidrio (disolver una cucharadita en un litro de agua).
Y nunca lo mezcle con productos que contengan cloro: esto provoca la liberación de gases tóxicos. Recuerde: incluso los métodos populares requieren sentido común.