A menudo elegimos tomates en las tiendas basándonos únicamente en su atractivo aspecto.
Y en casa, después de probar la verdura, descubrimos que no tiene sabor. Pero no se enoje: usted mismo puede "reparar" esos tomates.
En primer lugar, no es necesario guardarlos en el frigorífico, ya que las bajas temperaturas privan a los tomates de aroma y sabor.
El lugar más adecuado para conservarlos es un lugar seco, oscuro y a temperatura ambiente, lo que permitirá que maduren sin perder sus propiedades beneficiosas.
En cuanto al color, se recomienda elegir tomates con un color más brillante y saturado: son más dulces y aromáticos.
Lo mismo ocurre con el olor: cuanto más fuerte y agradable es, más sabrosa y saludable es la verdura.
El tratamiento con agua caliente ayudará a mejorar el sabor de los tomates comprados en la tienda; manténgalos bajo esta agua durante unos segundos y luego enfríelos también bajo el agua.
Si espolvoreas los tomates con azúcar, sal y especias, les darás dulzura, sal y picante.
Para ello, corte los tomates en rodajas, colóquelos en un recipiente y espolvoréelos con azúcar, sal y especias al gusto, por ejemplo, ajo, pimienta, albahaca.
Cerrar el recipiente con tapa, agitar, mezclar todo lo que contiene, meter en el frigorífico un par de horas (es posible durante la noche).
Durante este tiempo, los tomates estarán saturados de jugo, que se forma a partir de azúcar y sal, y, como resultado, te deleitarán con un nuevo sabor y aroma.