Un sofá limpio y bien cuidado crea una atmósfera especial de confort en la casa.
El cuidado regular de los muebles tapizados no solo prolonga su vida útil, sino que también mantiene un clima interior saludable, eliminando el polvo, los alérgenos y los olores desagradables.
Antes de comenzar a limpiar tu sofá, debes determinar el tipo de material de tapicería. Cada sofá tiene una etiqueta especial con marcas que indican los métodos de limpieza aceptables. El estudio cuidadoso de estas marcas ayudará a evitar daños a los muebles.
El mercado moderno ofrece una amplia gama de productos para el cuidado de muebles tapizados. Para tejidos delicados son adecuados los compuestos de espuma especiales.
La tapicería de cuero está tratada con acondicionadores especiales. Si no dispones de productos químicos profesionales, puedes preparar una solución a partir de ingredientes naturales.
El primer paso para limpiar es eliminar a fondo el polvo con una aspiradora. La boquilla debe moverse lentamente sobre la superficie, prestando especial atención a las costuras y pliegues. Luego aplique el agente limpiador utilizando un cepillo húmedo o una esponja con movimientos circulares.
Las manchas frescas son mucho más fáciles de limpiar. Seque las manchas con una servilleta, moviéndolas desde los bordes hacia el centro. La suciedad seca se ablanda primero con un compuesto especial. Diferentes tipos de manchas requieren diferentes métodos de limpieza.
Después de la limpieza húmeda, el sofá debe secarse completamente. El proceso se acelerará con una buena ventilación de la habitación y un ventilador que funcione. Después del secado, el pelo de la tela se peina con un cepillo suave para restaurarlo a su aspecto original.