Un balcón en un edificio de la época de Jruschov generalmente se convierte en un lugar para guardar bicicletas y maletas viejas.
Pero imagina que abres la puerta y te encuentras en un oasis verde.
Los tomates maduran en macetas, las fresas cuelgan de los estantes y el aire huele a menta. Esto no es una fantasía: crear un minijardín en el balcón es más fácil de lo que parece.

Comience seleccionando sus "inquilinos". Para balcones pequeños son adecuadas las variedades enanas: mini pimientos, berenjenas, calabacines. Utilice elementos verticales: macetas colgantes, estantes, enrejados.
Incluso las tuberías de alcantarillado se pueden convertir en huertos. Utilice tierra ligera con perlita: no debe apelmazarse en las macetas.
El riego es el principal problema. Instale un sistema de riego por goteo utilizando botellas de plástico o compre un sistema de riego automático. Y no te olvides de los fertilizantes: en cantidades limitadas, el suelo se agota rápidamente.
Alimenta las plantas con una infusión de cáscaras de plátano o cáscaras de huevo cada dos semanas.
Y para que el balcón sea agradable a la vista, agregue flores: las caléndulas ahuyentarán las plagas, las capuchinas son comestibles y las petunias crearán ambiente. Y el toque final es la iluminación.
Las guirnaldas LED o faroles de jardín convertirán tu jardín en un rincón mágico. Cuando tus vecinos te pregunten dónde sacaste ese diseño, simplemente sonríe y hazles pensar que tienes un genio secreto de la jardinería.