La mantequilla es un producto que siempre está en el frigorífico, ya que suele añadirse durante la preparación de diversos platos: repostería o incluso sándwiches comunes.
Pero normalmente las amas de casa intentan trabajar en la cocina lo más rápido posible, lo que significa que a veces se olvidan de sacar la mantequilla del frigorífico a tiempo.
Como resultado, las barras frías y duras complican el proceso de cocción. Sin embargo, lo más frecuente es que la mantequilla ya esté blanda.
Pero aquí salva un truco que no todo el mundo conoce.
Si necesita ablandar el producto lo más rápido posible, debe colocarlo en un plato y cubrirlo con un vaso encima.
En este caso, es necesario que antes de esto haya agua limpia y caliente en los platos para acelerar el proceso.
Este diseño debe dejarse durante cinco minutos. Como resultado, la mantequilla se volverá más suave y la textura más cremosa.
Existe otra forma sencilla de ablandar la mantequilla a temperatura ambiente. Para ello, corte el producto en trozos pequeños y extiéndalo un poco entre dos trozos de papel de horno.
Anteriormente te contamos qué mantequilla se considera más saludable.