Muchas personas se enfrentan al hecho de que el pan rápidamente se vuelve rancio y se enmohece.
El problema se puede evitar si el producto se almacena correctamente.
Como señalan las amas de casa experimentadas, es mejor conservar el pan en un lugar fresco y seco.
Por ejemplo, podría ser un armario situado lejos de la estufa.
En este caso, es mejor guardar el pan en una bolsa de papel. Es aceptable utilizar tela de algodón para proteger el producto del moho y el exceso de humedad.
Para el almacenamiento es adecuada una caja de pan normal con orificios para el aire.
Pero aquí hay que tener en cuenta que no se pueden poner demasiados productos en él, de lo contrario aparecerá moho demasiado rápido.
Además, puedes congelar trozos de pan.
Es importante envolver el producto de forma correcta y ajustada para que no pierda su calidad y textura. Antes de servir solo queda calentar las lonchas, que al final quedarán suaves por dentro, pero con una corteza crujiente.
Anteriormente te contamos qué añadir a los productos horneados para que no se pongan rancios por mucho tiempo.