A lo largo de varias décadas, el progreso tecnológico ha avanzado mucho.
Ahora tenemos a nuestra disposición cosas en las que nadie podría haber pensado antes: ordenadores portátiles, teléfonos móviles, robots aspiradores y, por supuesto, humidificadores.
Hablaremos de esto último hoy.
A pesar de que estos dispositivos se han vuelto populares hace relativamente poco tiempo (todo es relativo en este mundo), esto no significa que sus "análogos" no existieran antes.
Así, por ejemplo, durante la era soviética, era común el siguiente diseño, hecho de un tubo y una tira de metal.
Se suponía que un extremo de la tubería estaba sellado y una tira de metal se unía al otro y se fijaba a la batería.
Resultó ser una especie de “cubo” que había que llenar con agua.
Una estructura de este tipo de la serie "Hágalo usted mismo" era muy común: nada menos que toallas mojadas colgadas de un radiador o lavabos comunes llenos de agua. Qué usar ahora es tu elección.