Afilar un cuchillo solo puede considerarse una tarea sencilla con un estiramiento.
Dado que no todas las amas de casa pueden hacer frente a tal tarea, la mayoría de las veces recurren a un maestro para estos fines.
Sin embargo, si utiliza una solución especialmente preparada, no necesitará buscar un especialista en afilado de cuchillos.
¿De qué solución estamos hablando? Es muy sencillo: para prepararlo necesitarás agua y sal (2 cucharaditas por vaso de agua).
Remoja el cuchillo en solución salina durante 30 minutos.
Pasada la media hora, retíralo del líquido y, sin limpiarlo, pásalo varias veces por la piedra de afilar.
Según las amas de casa que utilizaron este truco, después de sumergirse en dicha solución, la hoja se volverá más afilada que nunca.
Ahora puede utilizar el dispositivo de forma segura para el fin previsto.