No siempre vale la pena seguir el camino habitual, y esto se aplica incluso a un proceso tan trivial como encurtir pepinos.
Puedes hacerlos más sabrosos mejorando la antigua receta de tu abuela.
Pero antes que nada, es necesario comprender cuestiones que los lectores tal vez no conozcan.
Puedes utilizar pepinos de forma irregular; su “retorcido” no es un signo de enfermedad. Tampoco es necesario recortar las culatas.
Algunas personas cortan los pepinos en rodajas para que quepan mejor en el frasco, pero esto no afecta el crujido.
Y para que quede crujiente añadimos un ingrediente: hojas de grosella negra. También son adecuadas las hojas de cerezo o roble.
Resulta que las hojas de grosella negra añaden sabor y hacen que los pepinos queden crujientes. Para un tarro de un litro bastan hasta cinco hojas.
Por lo general, se colocan en el fondo y luego se colocan los pepinos. También puedes añadir otros ingredientes, como el ajo.