Gracias al café, amado por muchos, no sólo podrás animarte por la mañana, sino también solucionar numerosos problemas cotidianos.
1. Jabón fragante
Si decides probarte como fabricante de jabón, que, por cierto, ahora es muy popular, utiliza posos de café.
Con este componente, el jabón de tocador casero se volverá aún más fragante y adquirirá un ligero efecto exfoliante.
2. Limpiar la chimenea
Quienes tienen una auténtica chimenea en su casa saben de primera mano lo difícil que es barrer las cenizas de la chimenea.
Los posos de café húmedos ayudarán a facilitar este proceso. Espolvoree la ceniza con ella, después de lo cual ni siquiera el polvo más pequeño podrá elevarse en el aire y manchar todo a su alrededor.
3. Platos espumosos
Los posos de café también se pueden utilizar como abrasivo.
Basta con echar un puñado de café en la sartén y frotar bien su superficie; no quedará ni rastro de suciedad.
