Como regla general, las personas ahorrativas dejan con prudencia provisiones en forma de verduras y encurtidos en el sótano o en el garaje.
Pero imagínese esta imagen: afuera es invierno, todo está cubierto de nieve, la escarcha le pica las mejillas y la nariz... ¿De verdad quiere ponerse varias capas de ropa abrigada y pisar fuerte para coger un frasco de pepinos o un saco de ¿papas?
Comprar un recipiente térmico te ayudará a deshacerte de esta desagradable necesidad.
Te contamos por qué este nuevo producto, que se puede adquirir en tiendas especializadas para veraneantes, es mejor que la bodega habitual.
En primer lugar, puede dejar todo lo que necesita de forma segura en casa, en el balcón, y ya no tendrá que salir de su acogedora casa.
En segundo lugar, se instala un termostato electrónico en el “sótano” del balcón, que le permitirá controlar la temperatura y mantenerla en el nivel requerido.
Por cierto, hacer esto es tan fácil como pelar peras, tan solo pulsando un par de botones.
Y en tercer lugar, el contenedor térmico se puede guardar en el estuche después de su uso, por lo que su colocación no ocupará mucho espacio.