Mucha gente prefiere utilizar polvos baratos comprados en oferta en el supermercado más cercano para lavar la ropa.
Sin embargo, los fondos presupuestarios simplemente no pueden eliminar adecuadamente las bacterias de los textiles.
En este caso, la ropa empapada de sudor adquirirá un olor a humedad con el tiempo.
El bicarbonato de sodio, que se encuentra en todas las cocinas, ayudará a evitar esto: simplemente agregue medio vaso de levadura en polvo al tambor antes de volver a encender la lavadora.
Además, el bicarbonato de sodio (todavía estamos hablando de refrescos) puede potenciar el efecto de la lejía.
Por eso, cuando tengas que lavar ropa blanca con manchas graves, llena el depósito de polvo con blanqueador con cloro y vierte un vaso de refresco en el tambor.
Finalmente, puedes utilizar bicarbonato de sodio para suavizar las telas.
Debido a la mayor dureza del agua, que se observa en casi todas partes, las cosas se vuelven de roble después del lavado. La solución al problema es un enjuague adicional con cualquier acondicionador y medio vaso de refresco.