Una parte considerable de la cosecha de tomates y pepinos se utiliza para preparar alimentos para el invierno.
Sin embargo, las primicias se utilizan para ensaladas, aperitivos y platos principales.
Los tomates cultivados en su propia parcela o comprados en una tienda no duran mucho. Sin embargo, incluso en un corto período de tiempo, su sabor puede estropearse si se almacena en el lugar equivocado.
almacenamiento en frío
Bajo la influencia de las bajas temperaturas, las enzimas responsables del sabor dulce y el aroma brillante dejan de liberarse en las frutas.
Después de un tiempo en el frigorífico, los tomates se vuelven blandos. Además, a cero grados, las membranas celulares de las frutas se destruyen, lo que hace que las membranas celulares se rompan más rápido.
Lugar ideal
Los tomates a menudo se recogen de los arbustos cuando no están maduros. Los frutos maduran en un lugar cálido durante varios días y luego se almacenan durante bastante tiempo.
Muchas amas de casa colocan la nueva cosecha en el alféizar de la ventana, donde se crean las mejores condiciones para los tomates. Lo mismo se aplica a los adquiridos en el mercado o en una tienda.