Sucede que un producto comprado en una tienda no te agrada con su sabor. Este patrón, lamentablemente, también se aplica al aceite vegetal.
En lugar de tirar una botella llena a la basura, dale un buen uso al producto.
Por ejemplo, se puede utilizar aceite rancio para pulir muebles domésticos.
Después de este tratamiento, las cómodas, armarios y sillas simplemente brillarán.
Además del hecho de que el aceite puede agregar brillo y brillo a las superficies, también parece “rellenar” rayones y abrasiones menores, dejando los muebles suaves.
Por último, el aceite vegetal eliminará fácilmente las manchas en forma de marcas de rotulador o rayas de bolígrafo.
Lo único que tienes que hacer es coger un trozo de paño de algodón seco y humedecerlo con una pequeña cantidad de aceite.
Ahora puedes empezar a tratar con cuidado tus muebles de madera aplicándoles una fina capa de aceite.