Las naranjas no sólo son de piel gruesa, sino también secas o ácidas. Es una pena regalar el dinero que tanto le costó ganar por algo que es casi imposible de comer.
Para disfrutar plenamente del sabor de los cítricos, es necesario recordar un detalle importante en la estructura de la fruta.
Los expertos dicen que las naranjas dulces se distinguen de las ácidas por una característica menor a la que pocas personas prestan atención al comprarlas.
Los compradores generalmente eligen naranjas según el color y el grosor de su piel.
Sin embargo, debido a la iluminación de la tienda y otros trucos de marketing, algunos productos en los lineales parecen más frescos y apetitosos. En casa es algo diferente.
La elasticidad de las formas es de importancia decisiva, pero incluso los frutos verdes pueden resultar duros y elásticos.
Una naranja madura, jugosa y dulce tiene un detalle.
Debes darle la vuelta a la fruta y observar el lugar donde se une la fruta al tallo.
Este punto debe ser de color oscuro. Y si es así, y la piel de la naranja está suave y la fruta es elástica, entonces la naranja quedará dulce y sabrosa.
Una pequeña muesca situada en la parte inferior del fruto también indica madurez.