Se cree que la mitad restante de la cebolla después de cocinarla no debe guardarse en el frigorífico.
Para cuando lo recuerdes y lo pongas a trabajar, tendrá tiempo de secarse y enmohecerse.
Pero incluso si la verdura no permanece en el estante del refrigerador por mucho tiempo, perderá todas sus vitaminas y se saturará con los olores de otros alimentos.
A pesar de que ya no es necesario utilizar este tipo de cebollas como alimento, la cocinera Yulia Arkhipova, experta de la publicación en línea BelNovosti, todavía recomienda dejarlas en el frigorífico.
Lo que pasa es que media cebolla ayudará a conservar la frescura de otros productos, en particular el aguacate.
Para utilizar este truco, coloca unos trozos de cebolla en un recipiente que ya contiene medio aguacate.
Asegúrate de que el recipiente con el aguacate y la cebolla esté bien cerrado.
Como resultado, la fruta no cambiará su color de verde a negro.
Un requisito previo: para evitar que el aguacate se oscurezca, es necesario dejarle un hueso.
La razón de estas metamorfosis inesperadas, o mejor dicho, de su ausencia, radica en los aceites volátiles que contienen las cebollas.
Tienen una actividad antioxidante bastante potente.
De esta forma, la fruta se puede almacenar de forma segura durante dos a cuatro días.