La sopa de ajo checa se compone de una pequeña cantidad de ingredientes. Y todos son simples y accesibles.
A pesar de ello, el plato es una auténtica obra maestra culinaria.
La sopa queda rica, rica y tiene un sabor muy brillante.
Por eso no es de extrañar que esta comida guste no sólo a muchos residentes de la República Checa, sino también a los gourmets de otros países.
Yulia Arkhipova, cocinera y panadera de cuarta categoría, experta en el campo culinario de la publicación de la red Belnovosti, explicó cómo se prepara la sopa de ajo checa.
Receta de sopa de ajo checa
Coge una cacerola grande, pon en ella 400 gramos de carne de cerdo y llénala con 1,5 litros de agua fría.
Coloque la sartén llena en la estufa y encienda el fuego.
Cuando el líquido de la cacerola empiece a hervir, será necesario retirar la espuma con una cuchara, echar una hoja de laurel al bol y bajar el fuego al mínimo.
Mientras se cocina la carne, toma 3 patatas, pélalas y córtalas en cubos.
A continuación, pela una cebolla y pica la verdura del mismo modo que las patatas.
El siguiente paso es sofreír la cebolla picada. Cuando la verdura esté dorada, añade 3 dientes de ajo picados.
Después de esto, corte dos rebanadas de pan de centeno en cubos y fría los trozos resultantes. Como resultado, obtendrás galletas saladas que necesitarás al preparar el plato.
Cuando la carne de cerdo esté lista, coger una segunda sartén, poner en ella la carne picada y añadir las patatas previamente picadas, luego verter el caldo colado sobre la mezcla resultante.
Empieza a cocinar esta sopa. Cuando las patatas estén listas, agregue la mezcla de ajo y cebolla previamente preparada al plato y vierta un huevo crudo (en un chorro fino). Como otro aditivo, puedes utilizar hierbas picadas.
La sopa, a la que se le han añadido casi todos los ingredientes, se debe llevar a ebullición.
Después de esto, la sartén debe retirarse de la estufa. Parte de la sopa se debe verter en platos. Cada ración debe estar “decorada” con galletas saladas.
¡Listo! La sopa te sorprenderá gratamente por su carácter apetitoso y saciante.