Es poco probable que cualquier ama de casa acepte servir patatas fritas que se queman por encima y quedan crudas por dentro.
Mientras tanto, esto es exactamente lo que sucede a veces, observa con pesar la experta de la publicación de la red BelNovosti, la cocinera Yulia Arkhipova.
Pero no desesperes, porque existe una forma sencilla de conseguir que tus patatas fritas queden siempre perfectas: bien fritas, sabrosas y con una corteza atractiva y apetitosa.
El truco consiste en utilizar la harina más común.
Entonces, ¿qué hacer? Las patatas hay que pelarlas y cortarlas en cubos o círculos (semicírculos), cuyo tamaño debe ser aproximadamente el mismo.
Luego asegúrate de secar las rodajas de papa con toallas de papel. Si no hace esto o no lo hace con suficiente cuidado, es poco probable que el resultado le agrade.
Ahora que las patatas están listas para freír, colócalas en un recipiente hondo y añade tus especias favoritas. En este mismo punto entra en juego la harina (aún no es momento de añadir sal).
Remueve las patatas para que cada bloque quede cubierto con una fina capa de harina y especias, tras lo cual puedes calentar el aceite vegetal en una sartén y colocar allí las patatas.
Un par de reglas más a seguir al preparar este plato: no tapar y no revolver con demasiada frecuencia.
2-3 minutos antes de que termine de freír, salar las patatas y revolver; esta vez debería ser la última.