Nadie está inmune a los errores culinarios. Incluso un ama de casa experimentada puede exagerar accidentalmente con pimienta mientras prepara una sopa fragante y abundante.
Pero definitivamente no deberías desesperarte. El plato se puede salvar si recuerdas algunos trucos.
Por ejemplo, cualquier ingrediente ácido eliminará rápidamente el picante. Puedes utilizar vinagre, lima o limón. Al mismo tiempo, conviene recordar utilizar moderación para que el sabor no se resienta.
Los ingredientes dulces también ayudan en esta situación. Solo una pizca de azúcar o miel ayudará a que la sopa tenga un sabor más suave.
Los productos lácteos son eficaces para combatir el problema. Si la receta lo permite, debes agregar crema agria a la sopa.
Pero hay otra buena manera que ayuda no a neutralizar completamente la gravedad, sino a cubrirla parcialmente.
Hablamos de zanahorias y patatas, que hay que pelarlas y ponerlas en una sartén durante la cocción para que absorban todo el exceso.
Después de cocinar, estas verduras se deben sacar.