No es ningún secreto que los precios de muchas verduras se disparan con la llegada del invierno, y las berenjenas no son una excepción.
Por este motivo, merece la pena plantearse hacer los preparativos en verano.
¿Cómo? La respuesta es simple: una simple congelación ayudará a conservar las berenjenas durante mucho tiempo.
Hay sólo algunas sutilezas en este proceso que definitivamente deben tenerse en cuenta; de lo contrario, las verduras se volverán "gomosas" y arruinarán todo el plato.
Entonces, para congelar las berenjenas durante el invierno, debes lavarlas, luego secarlas con una toalla y cortar los tallos verdes.
Ahora toma un tenedor en tus manos y haz pinchazos en 2-3 lugares.
Coloca las berenjenas en una bandeja para horno y mételas en el horno a 200 grados. Los pequeños azules necesitan pasar 20 minutos aquí.
Una vez que las verduras se hayan enfriado, envuelve cada una de ellas en film transparente. De esta forma, las berenjenas se pueden conservar en el congelador.