Existe la opinión de que los huevos frescos no se pueden pelar después de hervirlos. Así es la naturaleza y los procesos químicos.
La cáscara se adhiere a la proteína y, como resultado, la mitad de la comida va a la basura. A las amas de casa se les ocurren todo tipo de trucos para la vida. Pero uno de los primeros en solucionar el problema fue el escritor ruso Vladimir Nabokov.
El método de Nabokov.
1. Primero debes comprender que es necesario cocinar los huevos a temperatura ambiente. Para ello, se pueden mantener en agua caliente.
2. Luego se pasan del agua caliente a una cacerola con agua hirviendo. Es más conveniente hacerlo con una cuchara y para que no se caigan, sino que se deslicen suavemente.
3. A continuación, como el escritor "Lifehacker" cita la receta, debes marcar "la hora en el reloj". <…> Después de 200 segundos, o 240 (teniendo en cuenta el tiempo de las interrupciones), empieza a sacar los huevos con una cuchara”.
Es esta técnica la que te permite hervir huevos para que no tengas que preocuparte por limpiarlos durante mucho tiempo.
La razón es que al hervir huevos en agua fría, con un calentamiento gradual, la clara comienza a “pegarse” a la cáscara.
Además, es necesario pelar los huevos mientras aún estén calientes.
Después de cocinarlos se colocan en agua fría, pero no se espera hasta que el producto se haya enfriado por completo, y todo porque la alta temperatura no permitirá que la proteína se adhiera a la cáscara.
Comienzan a quitar la cáscara del extremo romo, porque aquí es donde se encuentra la burbuja de aire.