Un matiz importante afecta la calidad de la guarnición.
Sólo los cocineros inexpertos dirán que preparar un puré sabroso y apetitoso es pan comido.
Pero los cocineros experimentados saben que, aunque esta tarea es sencilla, es imposible preparar el plato perfecto sin tener en cuenta una serie de matices.
Por ejemplo, lo ideal se considera un puré tierno con un tinte amarillento. Pero a veces resulta ser una masa gris con grumos que muchas personas no soportan.
Se cree que esto supuestamente ocurre debido a que la leche está demasiado fría. Por eso, muchos cocineros sacan el producto del frigorífico con antelación.
Pero el plato adquiere un tinte gris por otra razón. La leche fría sólo hace que sea más difícil hacer puré de patatas.
El color gris aparece debido a un ingrediente de baja calidad. Si las patatas durante el almacenamiento se congelaron mucho y comenzaron a oscurecerse por dentro, el resultado no será satisfactorio. Cuando se utiliza una verdura almacenada de acuerdo con todas las reglas, el puré no se volverá gris.
La temperatura óptima de conservación de las patatas es de +5 ... +7 °C.