El diente de león es injustamente perseguido por el hombre moderno.
Esta planta es considerada la peor maleza y tratan de destruirla a toda costa.
Pero nuestros antepasados eran más sabios. Sabían que esta flor era un medicamento y un producto alimenticio de valor incalculable.
¿Cuáles son los beneficios del diente de león?
En la antigüedad, las hojas de diente de león se usaban como alimento y la planta entera se usaba para tratar una variedad de enfermedades, desde la digestión lenta hasta el alivio de la intoxicación por mordeduras de serpientes.
Todas las partes de la planta son igualmente curativas: hojas, raíces, cestas de flores.
De las flores se puede hacer no solo mermelada sabrosa, sino también curativa, que recuerda a la miel en sabor y aroma.
Nuestras abuelas elaboraban esta mermelada para utilizarla como sabrosa medicina en invierno. De hecho, además de las sustancias útiles de los pétalos, contiene polen, que tiene propiedades curativas muy fuertes.
La mermelada de diente de león es especialmente eficaz para resfriados y enfermedades virales, ya que actúa como antipirético, fortalece el organismo debilitado y trata la tos y el dolor de garganta.
Pero lo más importante: se trata de un producto muy sabroso que se puede añadir a cereales, postres y bebidas en lugar de azúcar simple.
Hay varias opciones para hacer mermelada.
Opción uno: cocción mínima
Durante la floración, es necesario recolectar flores de diente de león, arrancar los pétalos de las cestas, cubrirlas con azúcar y agregar un poco de agua para que el azúcar comience a derretirse. Dejar por una hora. Luego hervir durante 1-3 minutos y dejar tapado por un día.
Después de un día, exprima los pétalos con una gasa, hierva el almíbar durante 3 minutos, viértalo en frascos y ciérrelo con tapas. No es necesario enrollarse. Se puede conservar en el frigorífico o a temperatura ambiente.
El azúcar y los pétalos se toman aproximadamente en la misma cantidad.
Opción dos: crudo
Los pétalos y el azúcar se colocan en capas de igual espesor en un frasco de vidrio. Puedes agregar un poco de agua para que el azúcar comience a derretirse. Cierra el frasco y colócalo en un lugar cálido y oscuro durante 14 días.
Los pétalos se pueden exprimir o dejar. A algunas personas no les gusta el almíbar puro, sino con pétalos.
Esta opción es la más curativa, ya que el diente de león no se trata térmicamente.
Opción tres: mermelada real
Necesitas preparar pétalos de 200 cestas de flores. Vierta dos vasos de agua y cocine por 20 minutos. Dejar por un día, colar.
Agrega 2 tazas de azúcar al agua y cocina por 30 minutos. Vierta en frascos, deje enfriar y cierre con una tapa. Conservar en un lugar fresco.
Antiguamente, cuando no había azúcar, la mermelada de diente de león, como cualquier otra, se preparaba con miel. Luego se volvió aún más útil.