Las chuletas son un clásico del género en cualquier cocina y no existen recetas para prepararlas.
A las chuletas se les añaden especias, manteca de cerdo, mantequilla, verduras, huevos, hielo picado y sémola, lo que quiera, teniendo en cuenta las preferencias personales. Y cada receta es buena y sabrosa a su manera.
La polémica más frecuente la provoca la leche, que se suele añadir a las chuletas picadas para conseguir mayor suavidad y jugosidad. En él se remoja pan para carne picada.
¿Qué le aporta la leche a la carne picada?
Algunos argumentan que conviene dejar la leche y utilizar agua hervida para remojar el pan.
No hay una respuesta definitiva a esta pregunta y cada uno hace lo que más le gusta.
Sin embargo, podemos decir que la leche se puede utilizar de forma segura para ablandar el pan rallado y darle a la carne picada un sabor cremoso único.
La leche también ayudará a que la carne picada retenga la humedad si está muy seca, y la ablande por su contenido en ácido láctico.
Desventajas de añadir leche a la carne picada.
Como ocurre con otros ingredientes, es peligroso exagerar con la leche. Su presencia excesiva en la carne picada hará que las bolitas de chuleta queden demasiado blandas y se esparzan durante la cocción.
Una gran cantidad de leche en la carne picada puede empeorar su sabor.